Normas
de competencia laboral
Las normas de
competencia laboral son estándares reconocidos por trabajadores y
empresarios, que describen los resultados y requisitos de calidad
esperada en el desempeño de una función productiva. Describen los
conocimientos, las habilidades y destrezas, las actitudes y valores
que debe poseer un trabajador competente. Estas normas permiten al
TRABAJADOR evaluar su desempeño frente a estándares reconocidos
nacionalmente y certificar su competencia, obteniendo reconocimiento
por parte del estado y del sector productivo de su competencia
laboral. Para las EMPRESAS significa Aumentar la confiabilidad de los
clientes hacia la empresa, al tener trabajadores certificados en su
competencia laboral. También brinda la posibilidad de optimizar los
procesos de gestión humana, la adopción de este modelo además
garantiza la efectividad de las acciones de capacitación; y permite
desarrollar coherentemente los sistemas de Gestión de la Calidad.
Para las ENTIDADES EDUCATIVAS (Incluido el SENA) las normas de
competencia laboral permiten diseñar y ofrecer programas de
formación pertinentes para el sector productivo.
Nota:
en la página 190 del manual
vienen 4 puntos que son las competencias y las definiciones de
competencia laboral. Colócalas porfa Mishel. El cuadro de la pagina
192 de clasificación de las competencias también porfa.
Competencias
en educación
Se entienden como
actuaciones integrales para identificar, interpretar, argumentar y
resolver problemas del contexto con idoneidad y ética, integrando el
saber ser, el saber hacer y el saber conocer. una competencia permite
identificar, seleccionar, coordinar y movilizar de manera articulada
e interrelacionada un conjunto de saberes diversos en el marco de una
situación educativa en un contexto específico. Esta caracterización
tiene sus fundamentos en el siguiente conjunto de criterios:
Las competencias
tienen un carácter holístico e integrado. Se rechaza la pretensión
sumativa y mecánica de las concepciones conductistas. Las
competencias se componen e integran de manera interactiva con
conocimientos explícitos y tácitos, actitudes, valores y emociones,
en contextos concretos de actuación de acuerdo con procesos
históricos y culturales específicos. Las competencias se encuentran
en permanente desarrollo. Su evaluación auténtica debe ser
continua, mediante la elaboración de estrategias que consideren el
desarrollo y la mejora como aspectos que integran el desempeño de
una competencia. Las competencias se concretan en diferentes
contextos de intervención y evaluación. El desarrollo de las
competencias, así como su movilización, debe entenderse como un
proceso de adaptación creativa en cada contexto determinado y para
una familia de situaciones o problemas específicos. Las competencias
se integran mediante un proceso permanente de reflexión crítica,
fundamentalmente para armonizar las intenciones, expectativas y
experiencias a fin de realizar la tarea docente de manera efectiva.
Las competencias varían en su desarrollo y nivel de logro según los
grados de complejidad y de dominio. Las competencias asumen valor,
significatividad, representatividad y pertinencia según las
situaciones específicas, las acciones intencionadas y los recursos
cognitivos y materiales disponibles, aspectos que se constituyen y
expresan de manera gradual y diferenciada en el proceso formativo del
estudiante. Las competencias operan un cambio en la lógica de la
transposición didáctica. Se desarrollan e integran mediante
procesos de contextualización y significación con fines pedagógicos
para que un saber susceptible de enseñarse se transforme en un saber
enseñado en las aulas y, por lo tanto, esté disponible para que sea
movilizado por los estudiantes durante su aprendizaje. (SEP,2012) Las
competencias deben entenderse desde un enfoque sistémico como
actuaciones integrales para resolver problemas del contexto con base
en el proyecto ético de vida. Las competencias son un conjunto
articulado y dinámico de conocimientos, habilidades, actitudes y
valores que toman parte activa en el desempeño responsable y eficaz
de las actividades cotidianas dentro de un contexto
determinado.(Vázquez Valerio Francisco Javier)
Nota:
en la página 194 y 195 vienen los
conceptos de competencia educativa y dos esquemas sobre clasificación
de competencias educativas porfis hazlo y agrégalo al blog.
Competencias
del comercio justo en México
En el contexto
internacional, el término "comercio justo" tiene dos
significados: en las negociaciones comerciales, suelen usarlo quienes
denuncian la situación desventajosa en que los subsidios y los
obstáculos ocultos pusieron a los países en desarrollo y los
productores de productos básicos que operan en el sistema comercial
mundial. Sus organizaciones utilizan cinco herramientas para
contribuir al desarrollo.
Sobreprecios.
A veces, los productos de comercio justo son más caros que los del
comercio tradicional. Parte de la diferencia se destina a mejorar las
condiciones de trabajo de las comunidades de productores.
Certificación y
etiquetado. Normas para mejorar la calidad del producto,
condiciones laborales, sostenibilidad medioambiental, desarrollo
empresarial y capacitación. Las etiquetas europeas (Max Havelaar,
TransFair, Fairtrade Mark y Rättvisemärkt) están coordinadas por
la FLO.
Microcrédito.
Ayuda a pequeños productores para iniciar proyectos de comercio
justo.
Apoyo técnico.
Desarrollo empresarial, información comercial, asesoramiento en
normas de calidad, capacitación en nuevas técnicas, etc.
Promoción.
Importante factor de mercadotecnia para el comercio justo, procura
incluir la marca y su mensaje en cada embalaje. También es ventajosa
para los minoristas, que buscan consumidores de productos
especializados, que estén dispuestos, por ejemplo, a pagar un poco
más por un café que retribuye a los productores un precio justo. No
se trata de apelar a la caridad. Según algunos operadores, el
comercio justo es económicamente viable, ya que propone productos de
alta calidad medioambiental, en muchos casos, al mismo precio que el
mercado tradicional.
Ventajas para el
desarrollo según sus partidarios:
- Los productores logran llevar una vida decorosa, adquieren competencias técnicas y obtienen acceso al crédito, asistencia técnica e información de mercados, formación sobre comercio y experiencia en exportación.
- Los mejores precios para el productor no se repercuten en el consumidor, ya que las organizaciones de comercio justo suprimen los intermediarios al gestionar todas las operaciones: producción, distribución y venta.
- La gente aprende a consumir de forma racional. Según sus adversarios, el comercio justo se propone como panacea a los problemas del desarrollo. Esto puede confundir a los estrategas que consideran la posibilidad de asociar el comercio justo a sus iniciativas de desarrollo. Veamos algunas críticas.
- Las partes de mercado son demasiado pequeñas para tener un impacto notable en el nivel de vida general de los países en desarrollo. Aunque aumentaran, se estima que, como máximo, sólo 20% de los consumidores estaría dispuesto a pagar más por esos productos, lo que limita sus posibilidades de expansión.
- La oferta de más productos básicos a bajo precio en unos mercados saturados hace olvidar las verdaderas necesidades del desarrollo: diversificar las exportaciones y añadir valor para acabar con la dependencia de los productos básicos y la artesanía o encontrar nuevas soluciones sociales para las comunidades apartadas cuya viabilidad económica es incierta.
- Una ayuda más eficaz a los países pobres sería que los mercados ricos comprasen un mayor volumen de sus productos a precio normal.
- Aunque las organizaciones de etiquetado eliminan a los intermediarios, los ahorros no siempre vuelven en su totalidad a los agricultores. El comercio justo tiene gastos elevados y constantes de publicidad y educación del consumidor. Los altos costos de marketing absorben parte del sobreprecio que debería beneficiar a los productores.
- Los minoristas pueden abusar de la conciencia social del consumidor. En The Undercover Economist, Tim Harford, economista del Banco Mundial, cuenta los resultados de un simple análisis de precios en la cafetería de su barrio que ofrecía especialidades de comercio justo: "El sobreprecio de 10 peniques por tacita daba la impresión errónea de ser el monto necesario para remunerar dignamente al productor." En realidad, según sus cálculos, en los cafés del Reino Unido sólo había que aumentar un penique por tacita para duplicar el ingreso familiar del productor. Esa cafetería terminó por suprimir el sobreprecio.
- Abundan normativas y criterios, y poco debate fuera de las organizaciones mismas, lo que confunde al consumidor. No todos los operadores son miembros de la FLO (por ejemplo, Rugmark y Clean Clothes Campaign). Las normas pueden abarcar temas tan diversos como condiciones laborales, medidas ambientales y fijación de precios.
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